Decidimos visitar las Torres del
Paine y hacer la famosa “W”. La verdad, no la hicimos entera pues no
completamos algún tramo, pero sí en su mayor parte. El trayecto está muy bien
organizado, con autobuses hasta los puntos de partida, trasbordadores para
atravesar los lagos y buena señalización en todos los tramos que se deben
completar a pié. Además, los albergues son
muy buenos (también las zonas de acampada).

El primer día, tras dejar
nuestras cosas en el albergue, caminamos y nos acercamos al Glaciar Grey. Forma
parte del llamado Campo de hielo Patagónico Sur, la mayor mole de hielo a parte
de los polos. El clima fue estupendo durante esos días, pero cuando soplaba el
viento desde el glaciar sentíamos como se nos congelaba todo el cuerpo. En
invierno debe ser un lugar terrible y muy poco transitable.

El siguiente día hicimos la pata media
de la famosa W y dejamos para el último la subida hacia el mirador de las Torres.
El lugar, en general es de un enorme interés y belleza. Combina en la parte
baja la aridez de la estepa patagónica con paisajes de media y alta montaña.
Todo el recorrido está salpicado de ríos, arroyos y grandes lagos de un intenso
azul. En la fauna destacan los guanacos, omnipresentes, y en las alturas los
cóndores. También hay pumas, pero por fortuna no vimos ninguno.

Durante nuestra visita, además, estábamos
en verano y los días en esa latitud parecían no acabar. Tras la primera
jornada, terminamos en el bar del albergue tomando cerveza Austral. No fuimos
los primeros en llegar, pero si los últimos en irnos. Viendo la puesta de sol,
que parecía no retirarse nunca, acabamos con las reservas de cerveza del lugar.

En general, el recorrido habitual
no es de gran exigencia en cuanto a su dificultad. Se hace largo, pues las
distancias son enormes, pero no es excesivamente duro. Las cuestas se hacen más
duras solo cuando se sube hacia las Torres. De todos modos, casi todos los
visitantes lograban realizar el trayecto. Solo un matrimonio británico entrado
en años y con muchos kilos de más nos dijeron que habían preferido permanecer
en el refugio, pues no se veían capaces de hacer el camino.