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Vettonia obliga

Sobre el blog

En este blog quiero recoger algunas de mis lecturas, pasajes de mi vida académica y de mis viajes, así como ideas sobre la cultura y la sociedad actual.

La extensión de la desigualdad

Libros Posted on Wed, April 08, 2015 12:32

Una de las consecuencias más
notorias de la crisis económica actual es la acentuación de la desigualdad social.
Carles Manera, catedrático en la Universitat de les Illes Balears, ha publicado
un opúsculo bajo el título La extensión
de la desigualad. Austeridad y estancamiento
(Libros de la Catarata, 2015)
sobre esta temática desde una óptica económica. Esto es novedoso, pues esta
disciplina se había centrado tradicionalmente más en la creación que en la distribución
de la riqueza. El estudio de esta última se había dejado en manos de ciencias “menores”
como las ciencias políticas (decisiones sobre la distribución) o la sociología
(consecuencias de esa distribución). Pero la globalización y la “Gran crisis”
actual han resucitado el interés por la desigualdad entre algunos economistas.

El libro de Manera, he de
decirlo, difiere de lo que esperaba al comprarlo: un tratado más al uso
sobre desigualdad tal y como se estila en sociología. La obra se estructura en
tres grandes partes diferenciadas. Los dos primeros capítulos versan sobre la
globalización, haciendo hincapié en las potencias emergentes asiáticas: China e
India y, en el segundo, sobre las posibilidades económicas del continente
africano. Los dos siguientes sobre las causas y consecuencias de la crisis,
sobre todo en Europa y España, una de las cuales es el aumento de la
desigualdad. Solamente el último capítulo “Beneficio económico y desigualdad”
se centra en lo que promete el título. El resultado es un texto un poco inconexo,
pero interesante y con algunas potentes ideas fuerza subyacentes.

Algunas son las siguientes:

– China e India, en menor medida, son las
grandes beneficiarias de la globalización, aunque incluso en estos países esta
supone un aumento de la desigualdad.

– Las políticas de austeridad
tienen como “objetivo privatizar los servicios esenciales para la ciudadanía,
servicios que pueden convertirse en un suculento negocio para empresarios
privados” (p. 80).

– La economía europea y española,
a pesar de que se nos venden lo contrario, están en una situación de “colapso
multiorgánico”.

– La debilidad económica la pagan
los trabajadores, pues las rentas de trabajo disminuyen y los beneficios
empresariales se mantienen. Esto es así porque las tasas de beneficio se han
mantenido en tiempos de crisis a costa de la remuneración del trabajo.

– Esta situación es sistémica y
supone un nuevo escenario con mayores cuotas de desigualdad social.

– Las políticas de austeridad son
erróneas y solamente generarán más desigualdad; y los rescates en Europa se han
hecho para beneficiar a la banca.

En definitiva, un panorama
sombrío que resulta más desalentador cuando repasa las consecuencias de la
crisis para nuestro país: “La pérdida del salario real en España: el 15%, desde
2011. Y, además, habría que añadirle el desmoronamiento del mercado de trabajo.
Resultado: se han perdido más de 600.000 empleos desde la implantación de la
reforma laboral. No hay negociaciones colectivas. La precariedad se afianza. La
población juvenil sin ocupación alcanza el 50%. (…) España es el país de las
cinco principales economías de la Unión Europea con menor salario medio y con
un descenso más acusado en el periodo 2009-2012” (p. 113).

Es una obra notable e
interesante, aunque a veces Manera debería explicar más sus tesis. En el
esfuerzo de síntesis del autor, el lector sin conocimientos económicos puede
sentirse algo desasistido para comprender los argumentos empíricos con los que
se tratan de justificar las tesis expuestas. Quizá esto hubiese alargado un
poco el libro, pero se agradecería.

Por último, remarco un aserto: “La
economía retrospectiva no se potencia en la enseñanza de la economía, como
tampoco la sociología o el pensamiento económico. (…) La economía deberá
entonces ser más humilde y aprender a escuchar otras disciplinas e integrarlas”
(p. 196). En esto estoy de acuerdo. Pese a ser una ciencia social, el diálogo
de los economistas con otras disciplinas es limitado, cuanto menos. En mi
experiencia profesional, el contacto entre profesionales de ciencias políticas,
sociología, antropología o los estudios sobre comunicación es frecuente y
fructífero, no así con los economistas. Incluso los estudios de “Administración
y Dirección de Empresas” son más interdisciplinares. Pero la economía no
dialoga tanto con las demás ciencias sociales. Esto mismo planteaba Moisés Naím en un
reciente artículo aparecido en El País con el título “La
fraudulenta superioridad de los economistas
”. Pues eso.



Un problema con la educación en España (II)

Actualidad Posted on Wed, April 08, 2015 11:29

En una entrada anterior mostraba datos sobre uno de los problemas de la educación en España: el elevado número de jóvenes que no pasa de tener una educación primaria. También se decía que los jóvenes que en España completan la educación terciaria están en línea con los de la UE y la OCDE. El siguiente gráfico muestra nuestra situación respecto a los países de la OCDE.


Lo preocupante, se argumentaba, era que la proporción de jóvenes con solo la ESO o menos fuera de un 35% respecto al 17% de la OCDE y el 15% de la UE. El siguiente gráfico muestra la tasa de abandono escolar de nuestro país: la mayor de la UE.

Fuente: El País.

Este es, quizá, uno de los retos más importantes para la educación en España los próximos años. Se trata de evitar el abandono escolar y que los jóvenes que no acuden a la universidad completen al menos los estudios secundarios. Otro asunto, también necesario, sería la mejora de la formación de los universitarios. Pero ese es otro tema.